Si has leído decenas de libros de administración
del tiempo y asistido a múltiples seminarios sobre el tema, entonces podrás
notar que sólo te servirán unas cosas. Por eso, a continuación, resumo las
técnicas que me han resultado más efectivas. Toma nota:
Técnica #1: Haz y usa listas
No hay una sola disciplina de administración de tiempo que no gire en torno a
la creación y uso de listas. Y simplemente porque no es posible que guardes
toda la información en tu cabeza. Por años, he operado con cuatro listas fundamentales:
Mi agenda. Ésta es anual y tiene los pendientes más
importantes de cada día.
Lista de cosas que hacer. Es la básica, organizada por mes, semana y día.
Lista de personas a quien llamar. Está priorizada y organizada alfabéticamente.
Planeación de conferencias. Ésta es una página para cada una de las personas
con las que interactúo seguido, donde anoto nuevas cosas que necesito
comunicarle o las ideas que se me ocurren en juntas y conversaciones.
Es básico que busques un sistema de listados reglamentario, el cual te funcione
y uses regularmente.
Técnica #2: Apoya a tu memoria con folders
La idea es simple: Tienes 90 pendientes: los divides en folders azules, rojos y
blancos que tengan, por ejemplo, documentos del mes pasado, presente y
siguiente. Imaginemos que tienes pensado dar seguimiento a un cliente el
próximo mes. Toma un documento (nota, post-it, lo que sea) y márcalo con el
número del día que planees llamarlo y colócalo en el folder correspondiente
para que te acuerdes. Si se usan bien, estos folders reducen la basura, sirven
como memoria automática y ayudan a organizarte.
Aunque existen muchos programas y apps que te
ayudan a esto, tener un sistema físico y automatizado puede funcionarte mejor y
lo puedes complementar con una versión virtual.
Técnica #3: Minimiza las reuniones
No todo necesita una reunión para llevarse a cabo. De hecho, las odio. Para
muchas personas, las reuniones son un lugar para esconderse, o para presumir
ser importantes. Pero la mayoría de éstas no son necesarias, ni funcionales ni
útiles para trabajar. Requieres tener una estrategia para minimizarlas cuanto
sea posible. Si tú eres quien la dirige, procura ser breve y enfocado. Si
tienes que asistir a alguna, analiza si es necesario que lo hagas. Si no, busca
la manera de evitarla.
Técnica #4: Bloquea tu tiempo
Los horarios de la mayoría de las personas sólo tienen bloqueos de tiempo
cuando se reúnen con otras personas. Pero a mí me ha funcionado bloquear mi
tiempo para todas las actividades de mi trabajo. Cada mes hago varias citas
conmigo de trabajo. Mi meta es tener el menos tiempo sin asignar posible. Al
bloquear tu tiempo para tareas importantes y de alto valor, previenes que otras
actividades ocupen tu lista.
Técnica #5: Aprovecha los tiempos muertos
Hoy en día todo es portable. Un seminario de un gran conferencista, cualquier
libro, información útil de cualquier tema –todo está disponible en internet, a
través de tu iPad, smartphone, Kindle, etc, o en CDs y DVDs. Puedes usar
YouTube para ver gatos esquiando, o puedes leer sobre un tema que te ayude en tu
negocio. No hay excusa para perder el tiempo mientras estás en el aeropuerto,
atorado en el tráfico o esperando a que empiece un evento o una reunión.
Muchas personas usan este tiempo para responder
llamadas, mensajes o emails. Pero es un error por tres razones: uno,
probablemente no estás preparado para hacerlo y si es algo importante lo harás
mediocremente; dos, es un mal precedente para aquellos con quienes te
comunicarás; y tres, te quita tiempo para pensar, aprender, leer o escuchar.
Además, el uso disciplinado del tiempo que todos
los demás desperdician te da una ventaja. El escritor de thrillers legales,
Scott Turow, escribió su primera novela usando los traslados matutinos en tren.
Todos a su alrededor sólo mataban el tiempo. Para la mayoría de la gente, estos
minutos son irrelevantes. No seas uno de ellos.
fuente: entrepreneur.com
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